Malpica. Marzo

Miré sin ver. Cansado de conducir, trabajar, velar las noches de fiebres pueriles sin fin , biberones y sueños infantiles, volver a conducir y... cansado. Aquella mañana no tenía que hacer. Me acerqué al puerto de Malpica. Me escapé.

Olía a primavera, como antes, como tiene que ser. Aún así la densa niebla que escondía fragas y senderos en los suaves valles de la costa, enfriaban por momentos el olor de campos, madera cortada y de agujas de pino.

Buscaba un lugar tranquilo donde tomar un café. Mi antigua afición por los cafés de gasolinera me detuvo. Caliente con doble de azucar y cierre tipo Starbucks. La primavera se detuvo mientras bebía. En pequeños sorbos la estación de los olores y el oscuro líquido calentaban mi ánimo.

Entraba en Malpica.

Un policía me dió el alto unos metros más alla y me pidió que apagara el motor.

-Documentación- me dijo.

Mientras comprobaba los papeles me preguntó, sin mirar, si sabía el porqué del alto.

-se ha saltado un ceda el paso- levantó una ceja- le voy a denunciar por la infracción.

-Haga usted lo que tenga a bien- contesté sin ningún tipo de emoción.

-¿va a discutir conmigo?

Flipé.

-Para qué. Usted saldrá ganando y está claro que yo acabaré pagando (-ya veremos si pago-quise decir).

-se encuentra bien?

Me ví soplando por la flauta mágica, de un sólo uso.

-si señor, pero me acaba de estropear el día-

-La próxima vez, intente fijarse en las señales y nadie le estropeará el día-

-usted, es padre?- pregunté a bocajarro.

-pues si, caballero. Una niña de 1 año.

-Se acuerda de las noches pasadas y presentes en las que no sabía si darle el apiretal primero y después el biberón porque tenía fiebre y no paraba de llorar y del cansancio y aburrimiento acababa tomándose usted el apiteral y la niña, a duras penas, el biberón y rezaba para que se hiciera de día y acabase esa pequeña tortura?...y ... recuerda?. O es de los que piensa que eso es trabajo de mujeres (cabrón-pensé-)?

El policia me entregó los papeles, el carné y me deseó un buen dia.


                     -Dedicado a todos los que con esfuerzo, se han ganado el carné de padres, único título   que no se puede comprar-