miércoles, 30 de septiembre de 2015

Septiembre. Sardiñeiro

Septiembre 2015.



Antes del la luna roja, engañando al sueño y al cansancio, volví a bucear.
Salí temprano, al acabar la guardia. Eran las ocho de la mañana cuando entré en la cafetería para pedir mi desayuno.
-Café doctor?
-Sí, Manolo. Templado
-Como de costumbre! ¿Va a casa?
-Sí. De la que nunca me tenía que haber ido.
Manolo vomitó los ojos de sus órbitas sin entender lo que quería decir. Finisterre.
Me senté en el coche sabiendo que no tenía batería para llamar a Alicia y que aún pasando por casa no me daría tiempo a cargar el móvíl. Conocía a Alicia y sabía de su tranquilidad. Pasé a recoger mi ordenador de muñeca y salí a la carretera. Paré en el Bar Isidro, cerca de la Pereiriña, a la altura de la cola del Pantano da Fervenza. El peor café que he tomado en mi vida. Miento, el segundo peor café. El peor, también lo tomé allí.




Era viernes. Sólo bucearíamosAlicia, su  novio Gonzalo y yo. Nos acompañaba un  cachorro de Braco alemán, último integrante de la familia Carrillo.
No había prisa. Al llegar a fisterra encontré la puerta cerrado y a Ali, esperando con un café en el Peirao. Aquella mañana nos tomamos el tiempo como venía. Sin necesitarlo. Después de preparar lo equipos y revisar los gadgets nos fuimos al puerto.
bucearíamos en la costa de Sardiñeiro. dos inmersiones. Agua fría (11ºC) y visibilidad de 6 metros. No estaba nada, nada mal!!!


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