lunes, 3 de marzo de 2008

Domingo 2.

Me llevé el coche de mi suegra pensando que el familiar lo iban a necesitar. No sabía que tiempo me esperaba al llegar a finisterre. El parte daba mejoría. Quién se cree los partes?. Cogí la autovía no sin dar un pequeño rodeo. La proximidad de las elecciones hacían que el pueblo estuviese tomado por bulldozers y maquinaria afín para la reparación, y propaganda, de las nuevas y viejas carreteras. Maldición- mascullé- gasolina. Salí de la vía antes de entrar en el peaje. Es curioso como el cuerpo se hace al tiempo y buena prueba de ello fue la amable dependiente de la gasolinera. Me pareció extraordinario encontrarme una persona dispuesta a agradar. Con el día que hacía. Llovía, eran las nueve de la mañana y domingo. Como para poner buena cara.

Llegando a Cee, el dia cambió. Aparecieron cada vez retales mas azules y mas grandes. Llamé al instructor para decirle que ya estaba cerca. Eramos nueve ese dia. Bien.

El mar de fondo animó la aproximación ala Galera, en la cara Oeste de La Lobeira Grande. Fondeamos en roca a 9 metros y comenzamos el ritual de preparación de equipos. Briefing. Escuchaba sin mirar . Me tocaba cerrar el grupo. Mala suerte. Con la cámara no es tarea fácil controlar a nadie y hacer fotografía. Había corriente de superficie. Malo, malo. Si en la Galera hay corriente, más abajo tiende a empeorar. Normalmente la situación es al reves en este lugar. Lo sabíamos y decidimos bajar, con un recorrido muy preciso para evitar sustos. Al caer al agua noté frío en los pies. "tengo que cambiar los escarpines". Llevo diciendo lo mismo desde que los compré. Metí la máscara en el agua. 12 metros con visibilidad vertical perfecta. Como en el Caribe. Los 13 grados de diferencia no parecieron importar.



Bajamos por un cantil a los 18 metros sin llegar al fondo. Por debajo otros 8 . Seguimos en línea recta hasta que los petones de eterno granito viraban en dirección Este haciendo que ascendieramos levemente, para encontrar una corriente que, de popa, nos empujaba más rápido de lo deseable. Grandes piedras en un equilibrio imposible. Las fuertes corrientes de la zona, la mayoría del año, hacen que sea difícil encontrar fondos de algas. Las Gorgonias buscan heridas en las rocas para aferrarse al abrigo.


De cuando en vez se podían ver erizos enormes solitarios o en tristes parejas. Dábamos vida, por momentos, al color que la profundidad escondía. Entonces los objetos que se mecían pálidos e inermes, adquirían instantánea y efímeramente vida. No había más luz que las que proporcionaban los focos Cressy Xena de 70W.

Ocasionalmente, en la distancia, bancos de sargos nos observaban. Doncellas, pintos y maragotas, fanecas y fodones, chinchos y jureles. No se acercaban por no molestar y esa era la sensación que te invade, mejor dicho, que te debe de invadir en este medio. No es tu casa. Eres el invitado y como tal debes exigirte cuidado y respeto. Todo lo que ves está vivo. Lo que se mueve y lo que no.


La aproximación en modo macro digital nos enseña una superficie inaccesible. Púas rosas que defienden frágiles formas de vida. El resto de la vegetación la constituyen esponjas amarillas, separadas unas de otras por distancias insalvables, algas marrones, y poco más. La invasión de la intimidad que supone el sistema permite admirar lo que para el ojo pasa desapercibido. Sólo después, ya seco es posible contemplarlo y compartirlo.



El tiempo apremia y la fuerza de la corriente es cada vez mayor. El Jefe hace un gesto inequívoco con el pulgar. Ascendemos. No hay rezagados. Sólo yo. Intento sin éxito conseguir la imagen nítida del buceador haciendo la parada obligatoria que le marca el ordenador.

Hemos permanecido por debajo de los 18 metros unos minutos, en momentos diferentes, como me indica el D6. A duras penas la corriente nos permite hacer la parada.

Por encima de estas piedras han pasado rozando muchos barcos y otros han destripado sus cascos, pero de cualquier manera, todo el que haya entrado un día de temporal, de cerca o de lejos, ha temblado al ver al mar romper en sus piedras.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

me ha gustado. sigue así

Anónimo dijo...

Muy bueno te superas dia a dia
Saludos
Isi